La importancia de las actividades físicas en nuestros mayores

Con el paso de la edad, la fuerza y ​​la masa muscular disminuye, lo que significa una menor capacidad para realizar las actividades cotidianas.

En ese caso, las personas pueden levantar menos peso pierden energía con facilidad, lo que dificulta las tareas diarias e incluso el simple hecho de caminar se dificulta en gran medida.

Por lo tanto, la actividad física de las personas mayores es un aspecto importante a tener en cuenta y aquí te hablaremos más sobre este tema.

¿Cómo deben ser las actividades físicas en personas mayores?

A medida que disminuye la fuerza muscular, una persona mayor puede volverse más sedentaria y realizar una menor cantidad de actividades básicas.

Esto crea un círculo vicioso en el que la inactividad y una menor ingesta de alimentos, juegan un papel importante en la pérdida de masa muscular y la función motora en los mayores.

Debido a esto, las personas mayores tienen un mayor riesgo de caídas, fracturas y disminución de la densidad ósea, lo que se asocia con la aparición de una enfermedad conocida como la osteoporosis.

La respuesta a estos inconvenientes puede ser la actividad física, la cual debe ser correctamente seleccionada para que se adapte a cada caso particular.

El entrenamiento de fuerza estimula principalmente el crecimiento del tejido muscular, lo que permite obtener una fuerza y vitalidad satisfactoria.

También ayuda a mantener un peso corporal saludable, lo que alivia las articulaciones y retrasa la aparición de enfermedades degenerativas.

Ventajas de las actividades físicas en nuestros mayores

Gracias a la actividad física de las personas mayores, es posible mantener la flexibilidad y corregir rangos de movimientos en las articulaciones del cuerpo.

Al no realizar ninguna actividad física, se pueden tener dificultades para realizar las tareas cotidianas, como subir y bajar escaleras, levantarse de un sillón o cama, ir al baño, así como utilizar equipos ortopédicos como muletas o andadores.

Beneficios de las actividades físicas en nuestros mayores

Gracias al entrenamiento diario, es posible mantener un nivel adecuado de flexibilidad y movilidad del cuerpo.

Otro aspecto relacionado con los beneficios de las actividades físicas, es la prevención de caídas y además se puede obtener mayor energía corporal.

El entrenamiento en este caso, puede incluir ejercicios de equilibrio, gracias a los cuales la persona mayor puede trabajar su sentido del equilibrio y la estabilidad, lo que se traduce en un menor riesgo de caídas y, en consecuencia, menos probabilidad de lesiones peligrosas.

Las actividades físicas también disminuyen la probabilidad de osteoporosis, que es una de las enfermedades más comunes en mujeres mayores posmenopáusicas. Sin embargo, con la edad, el riesgo de desarrollar esta enfermedad también aumenta en los hombres.

Este es un problema digno de considerar, porque la enfermedad promueve fracturas de fémur, vértebras y antebrazo, las cuales dificultan significativamente el funcionamiento diario en la persona y pueden conducir a la discapacidad.

Gracias a la actividad física, se estimula la reconstrucción de los huesos, haciéndolos más fuertes, lo que reduce el riesgo de todo tipo de fracturas.

El entrenamiento también se encarga de mejorar la capacidad cardiovascular y la prevención de infartos, hipertensión, aterosclerosis e incluso ictus.

Además, el efecto de la actividad física regular es una caída de la presión arterial y una disminución de la frecuencia cardíaca, lo que aumenta la eficiencia física.

Por lo tanto, las personas mayores no deben tener miedo al entrenamiento y las actividades físicas, ya que tiene muchos beneficios y un impacto positivo en su calidad de vida.

Por ello, es importante fomentar estas actividades en personas mayores, ya que sin duda proporcionan un gran beneficio en la salud.

Cómo motivar a las personas mayores para hacer ejercicio con regularidad

Es importante introducir buenos hábitos en los mayores, como es el caso de la actividad física regular, una dieta saludable y minimizar estimulantes como el cigarrillo o el alcohol.

Cambios simples como caminatas más frecuentes o comer más verduras y frutas, ayudarán a mejorar la salud y a mantener la forma física e intelectual hasta la vejez.

Las personas adultas notarán los beneficios para la salud de la actividad física, tan pronto como seamos consistentes en sus acciones.

En este caso, la manera de ayudar a una persona mayor a mantenerse regular en sus actividades físicas, es determinar los días de la semana en los que se realizarán los ejercicios, y qué tipo de actividad es la más idónea (para que se sientan a gusto al realizarla).

Un plan específico ayuda a realizar una rutina de ejercicios ideal. Por ejemplo, los lunes se puede iniciar con una caminata de media hora, los miércoles con ejercicio en casa y los viernes con un día de ciclismo.

Si estás planeando una actividad más exigente para la persona mayor, como la bicicleta o el running, cerciórate que es recomendable para su edad o estado físico.

Y no olvides, las actividades físicas en nuestros mayores son de gran importancia para mantenerlos con buena salud y alejados del sedentarismo.

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