En el centro de Valencia, hemos tenido una visita de un grupo de 12 chavales músicos y alumnos del colegio La Purísima de Valencia. Han venido a amenizar una mañana Fallera a nuestras personas usuarias.
Nuestros usuarios han disfrutado mucho de la visita, y juntos nos hemos emocionado.
Es posible que las personas usuarias no recuerden mañana o en unas horas, el acto de hoy; pero seguramente el impacto que han generado viendo sus caras y reacciones ante la música sea difícil de olvidar para ellos. Hoy nos sentimos bien, hoy somos un poco más felices.
Pero también hemos visto como los alumnos se han emocionado al ver a las personas usuarias felices y disfrutando de la música. Uno de ellos ha llegado a verbalizar: “si un día tengo que llevar a mis padres a una residencia, los traeré a ésta”.
Qué importante es que estos jóvenes vean por dentro una residencia y convivan con personas mayores. Y que puedan comprobar que la vejez no es solo ese estigma negativo que vende la actualidad y la publicidad, sino que en la vejez también hay alegría y emoción.